domingo, 22 de junio de 2014

El obispo recuerda en el Corpus Christi que “es de gratuidad de lo que habla Cristo cuando afirma está es mi carne para la vida del mundo”

Monseñor José Mazuelos, el obispo de Asidonia-Jerez, preside la Eucaristía en la Catedral del Salvador, la procesión por las calles de Jerez y la posterior bendición y reserva

Jerez, 22 de junio de 2014.-
El Santísimo Sacramento ha sido protagonista por las calles de las poblaciones de la Diócesis de Asidonia-Jerez de la fiesta del Corpus Christi a lo largo de este domingo. La celebración eucarística es el punto de partida y el misterio en la mesa del altar el sentido de las presencias procesionales vividas como, en la Catedral del Salvador, ha señalado en su homilía monseñor José Mazuelos Pérez, el obispo diocesano.

“Comer su carne y beber su sangre significa aceptar el amor que Dios nos ha ofrecido en Jesucristo que ha dado su vida gratuitamente por cada uno de nosotros”, ha dicho el pastor añadiendo el escándalo que ello supone para el mundo “que soporta que alguien pueda dar gratuitamente la vida porque si eso es así se siente denunciado del materialismo que se va imponiendo y del individualismo que justifica la economía diabólica a la que se refiere el Papa Francisco”.

Monseñor Mazuelos explica que “es de gratuidad de lo que habla Cristo cuando afirma ésta es mi carne para la vida del mundo mostrando que su vida no es para sí mismo sino un regalo para los hombres”. Y ha invitado a los fieles a que sea ello lo que tengan presentes en esta fiesta del Corpus Christi en la que han cobrado significación especial momentos como el de la consagración, adoración al Santísimo y colocación de la custodia en la carroza sacramental para la procesión.

Sacerdotes, religiosas y religiosos, delegaciones diocesanas, movimientos, comunidades, parroquias, hermandades y otras instancias civiles como la corporación municipal jerezana encabezada por la alcaldesa, María José García-Pelayo, o de las fuerzas de seguridad han nutrido el acompañamiento al Santísimo a lo largo de su recorrido, caracterizado por alfombras, altares, arcos florales, colgaduras y otros elementos que han exornado el itinerario.