sábado, 11 de octubre de 2014

‘Humanizar las prisiones, ¿derecho u obligación?’, en las IV Jornadas de Pastoral Penitenciaria a celebrar los días 17 y 18 de octubre


Tendrán lugar en el auditorio Juan Pablo II (Casa de la Iglesia) y contarán con una ponencia de los trabajadores penitenciarios Manuel Rodríguez y Francisco Brenes y una mesa redonda con la participación de personas ex presas, abogados y personal de prisiones

Jerez, 11 de octubre de 2014.- Los voluntarios de prisiones están llamados a la participación en las VI Jornadas de la Pastoral Penitenciaria que, los próximos días 17 y 18 de octubre, tendrán lugar en el auditorio Juan Pablo II, en la Casa de la Iglesia, en esta ocasión bajo el lema ‘Humanizar las prisiones, ¿derecho u obligación?’.


Se convocan en la convicción de la necesidad de incidir en todos los momentos del proceso carcelario porque de lo que se trata, como reconocen los organizadores desde el Secretariado Diocesano de Pastoral Penitenciaria, es de hacer humana la cárcel misma, sus estructuras y sus procesos.

Para ello se ha preparado un programa que se desarrollará según el siguiente detalle:

• Viernes 17 de octubre, 18 horas.- Oración, presentación de las jornadas a cargo del delegado diocesano Francisco Muñoz Valera y ponencia a cargo de los trabajadores penitenciarios Manuel Rodríguez y Francisco Brenes.
• Sábado 18 de octubre, 9:30 horas.- Oración, mesa redonda con ex presos, abogados y trabajadores penitenciarios (10 h), descanso (11 h), trabajo por grupos y compromisos (11:30 h), puesta en común y conclusiones (12:30 h) y conclusión de las jornadas (13:30 h).

La convocatoria recuerda que, como dice el doctor en Sociología y Teología Ximo García Roca, “una de las funciones del voluntariado penitenciario es descodificar la palabra y a veces el llanto y el silencio, pertenece al género de la acción comunicativa, son tutores de la comunicación, y al hablar y escuchar existe una necesidad de formular la confusión, de agarrarse al hilo de su historia con sus líneas de tensión, sus fracturas y su continuidad, surge el deseo de ser reconocido en lo mejor de si mismo y rescatar de su vida todo lo que le ha dado sentido y felicidad”.