martes, 12 de enero de 2016

Carta de Mons. Mazuelos con motivo de la Jornada de la Infancia Misionera



Jornada de la Infancia Misionera
«GRACIAS»
Domingo 24 de enero de 2016



            A los sacerdotes, diáconos, seminaristas, religiosos/as,  y a todos los fieles,

El próximo domingo día 24 de enero la Iglesia dedica la jornada a la «Obra Pontificia de Infancia Misionera», que tiene como lema «GRACIAS».
Como afirmaba el Papa Francisco en su catequesis del 18 de Marzo de 2015, “los niños son en sí mismos una riqueza para la humanidad y también para la Iglesia, porque nos remiten constantemente a la condición necesaria para entrar en el reino de Dios: la de no considerarnos autosuficientes, sino necesitados de ayuda, amor y perdón. Y todos necesitamos ayuda, amor y perdón. Los niños nos recuerdan otra cosa hermosa, nos recuerdan que somos siempre hijos [...]. Y esto nos reconduce siempre al hecho de que la vida no nos la hemos dado nosotros mismos, sino que la hemos recibido.
Los niños –en su sencillez interior– llevan consigo, además, la capacidad de recibir y dar ternura. Ternura es tener un corazón “de carne” y no “de piedra”, como dice la Biblia (cf. Ez 36,26). Los niños pueden enseñarnos de nuevo a sonreír y a llorar. Por todos estos motivos, Jesús invita a sus discípulos a “hacerse como niños”, porque “de los que son como ellos es el reino de Dios” (cf. Mt 18,3; Mc 10,14) e invita a todos los niños a ser misioneros.
Y es precisamente para ayudar a los niños y a los mayores a decir ¡Gracias! para lo que viene este día de la Infancia Misionera, que es por una parte un enorme motivo de agradecimiento, por el don de la creación, el don de la vida, el don de la fe, el don de ser “pequeños misioneros” de Jesús. Y por otra sensibilizar a todos, mayores y pequeños, de que siguen existiendo niños marginados, abandonados, que viven en las calles mendigando y con todo tipo de expedientes, sin escuela, sin atenciones médicas. Sigue existiendo infancias violadas en el cuerpo y en el alma, que necesitan sentir la cercanía a través de la oración y de la ayuda económica de otros niños y niñas. Todos tenemos la necesidad de despertar en nuestra sociedad la ternura que ayude a nuestros pequeños a sonreír, bien por la alegría de ser misioneros de Jesús, o bien por la alegría de recibir la ternura de la mirada de Jesús por medio de sus misioneros.
Os invito en este Año de la Misericordia, a pequeños y mayores a colaborar en esta gran tarea de compartir con otros niños, mediante la oración, la ayuda económica y la participación en las distintas actividades la alegría de ser misioneros de Jesús que actúan en la primera línea de la misión. A María Santísima Reina de las misiones, os encomiendo a vosotros, a vuestros familiares y a las comunidades cristianas a las que pertenecéis, para que a todos os mantenga alegres con la misión y entusiasmados con la tarea.
Que Dios os bendiga.
 + José Mazuelos Pérez
Obispo de Asidonia-Jerez