viernes, 12 de febrero de 2016

Plántale cara al hambre: siembra

Unos de los objetivos principales de Manos Unidas desde su fundación es la lucha contra el hambre y la pobreza; así nació, con esta idea: tratar de disminuir el hambre en el mundo. Sesenta años después continúa desarrollando su labor para ayudar a mitigar esta hambre que más de 800 millones de personas pasan en el mundo.

En la campaña que desarrollamos este año seguimos manteniendo nuestro compromiso de siempre; basado en el derecho de que toda persona tenga lo necesario para vivir con dignidad. Nuestro enfoque siempre se funda en los derechos fundamentales de la persona, y el concepto de solidaridad que nos ilumina la Doctrina Social de la Iglesia.

Este año nuestro mensaje es de “plantar cara al hambre y sembrar”; nuestra campaña se orienta en SEMBRAR, en llenar nuestra sociedad de corazones compasivos y misericordiosos para poder conseguir frutos en abundancia. Se trata de meter esta semilla en el centro del corazón de toda persona; sabiendo que hay muchas que mueren de hambre, mientras otras viven en la abundancia; los datos demuestran que hay bastante comida que se tira a los contenedores. El Papa Francisco nos recuerda que: “toda comida que se tira a la basura se la estamos robando a los pobres”. Como también denominaba San Juan Pablo II: “la paradoja de la abundancia”.

Estamos en un mundo que flota en el mar de la indiferencia, en una tierra que clama el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, mientras miramos a otro lado sin saber que hay muchas personas que mueren de hambre y muchas otras que carecen de lo necesario para poder realizarse con dignidad.

Manos Unidas necesita el apoyo de todos, a  su vez denuncia la gran diferencia económica y el descarte que invade nuestra forma de vivir y de actuar: “aquí tenemos un superdesarrollo derrochador y consumista, que contrasta de modo inaceptable con situaciones persistentes de miseria deshumanizadora, que no permite a los más pobres acceder de manera regular a los recursos más básicos”. (Laudato si)   

Esperamos vuestro apoyo y vuestra respuesta generosa pensando que: “solamente se puede recoger aquello que antes se ha sembrado, pero no sembremos  entre piedras, sino en tierra fértil, que al final ésta dará  frutos en abundancia”.

Domingo Gutiérrez Rodríguez     
Presidente Delegado de Manos Unidas